Si estás a punto de comprar o vender una vivienda, seguro has escuchado hablar de las famosas arras. Este contrato es muy importante, ya que es una garantía para ambas partes y evita que la operación se caiga a última hora. Pero, ¿qué son exactamente y por qué son tan importantes?
Pues bien, las arras son un acuerdo previo en el que el comprador entrega una cantidad de dinero como señal de que realmente quiere la casa. A cambio, el vendedor se compromete a reservarla y no vendérsela a nadie más. Es un paso fundamental en cualquier compraventa y da tranquilidad a ambas partes.
Para el comprador, las arras significan seguridad de que la casa será suya si cumple con lo pactado. Para el vendedor, es una garantía de que el interesado no se echará atrás sin motivo. Lo más común es firmar arras penitenciales, lo que significa que si el comprador se arrepiente, pierde el dinero entregado. Y si es el vendedor quien cancela la operación, deberá devolver el doble de lo recibido.
Este contrato se realiza realmente para evitar sorpresas desagradables y deja todo claro desde el principio. Es el primer gran paso antes de formalizar la compraventa ante notario y protege los intereses de los dos.
En nuestra experiencia gestionando casas, y sobre todo rústicas, hemos visto lo importante que es hacer bien este proceso. Unas arras bien redactadas y con las condiciones claras evitan conflictos y dan tranquilidad a ambas partes. Comprar o vender una casa es un gran paso, y tener las cosas bien atadas y claras desde el principio marca la diferencia.